La Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI) es una infección del tracto genital superior. Puede afectar a trompas, ovarios y útero e incluso puede involucrar a ligamentos, peritoneo y resto de órganos pélvicos.
Se debe a la invasión por gérmenes del tracto genital superior. Esto da lugar a una infección aguda. Tras esta primera fase, en ocasiones, se producen reactivaciones o reinfecciones que pueden dar lugar a una fase crónica en la que las complicaciones son más frecuentes.

Causas

La Infección del tracto genital superior puede ser por:

  1. Por vía ascendente:
    1. Transmisión sexual: en este caso los gérmenes más frecuentemente aislados son la Neisseria gonorrhoeae y la Chlamydia trochomatis, pero existen otros como Micplasma y Ureaplasma. Estos gérmenes suelen iniciar el proceso y facilitan la invasión por otros gérmenes de la flora vaginal.
    2. Flora vaginal: generalmente por anaerobios y enterobacterias. Normalmente se asocia a instrumentación uterina.
  2. Por extensión transperitoneal de material infeccioso: como en el caso de apéndice perforado o absceso intraperitoneal.

Diagnóstico

La Enfermedad Pélvica Inflamatoria se suele diagnosticar con frecuencia en consulta o urgencias de ginecología. Suele tratarse de una paciente en edad reproductiva que consulta por dolor pélvico. Éste suele ser bilateral y habitualmente de más de dos semanas de duración. En ocasiones puede asociarse a fiebre, leucorrea (flujo anómalo), dispareunia (dolor con las relaciones sexuales), naúseas o vómitos.
En caso de sospecharla el ginecólogo le realizará una exploración ginecológica a la que podrá añadir toma de cultivos vaginal y endocervicales y una ecografía transvaginal o analítica de sangre.

Secuelas

Cabe destacar que la Enfermedad Pélvica Inflamatoria puede provocar secuelas como son la infertilidad y el dolor pélvico crónico. Esto hace que, en ocasiones, el ginecólogo le indique a usted y a su pareja (en caso de tenerla) antibiótico de forma empírica ya que el retraso en el tratamiento o la ausencia de éste aumenta la posibilidad de presentar complicaciones.

Tratamiento

La mayoría de las veces el tratamiento es de forma ambulatoria en su domicilio pero en otras ocasiones puede requerir ingreso hospitalario e incluso cirugía.