Los miomas son los tumores sólidos benignos más frecuentes en la pelvis femenina. Se encuentran en el 70% de las mujeres, y su etiopatogenia es desconocida.

En función de su localización se denominan:

  • Intramurales: en el espesor del miometrio
  • Subserosos: por fuera del útero
  • Submucosos: en el espesor del endometrio

Tan sólo un 25% son sintomáticos. De éstas, síntomas más frecuentes son:

  • Sangrado uterino anormal, con la consiguiente anemia
  • Dolor pelviano: dolor con la menstruación, dolor durante el coito, dolor abdominal, lumbociática
  • Presión pélvica: disconfort, dificultad en el vaciamiento vesical, retención urinaria aguda, obstrucción urinaria, estreñimiento o sensación de evacuación intestinal insuficiente
  • Efectos en la reproducción: dificultad para la concepción, aumento de la tasa de abortos, efectos adversos en la gestación (amenaza de aborto, presentaciones anómalas, amenaza de parto pretérmino, parto pretérmino, retraso de crecimiento intrauterino...)

Para el diagnóstico es necesario realizar una exploración física que incluyen tacto bimanual (se introducen 2 dedos en la vagina y la otra mano presionando la parte baja del abdomen), colocación de espéculo y ecografía vaginal, que es la prueba de imagen de elección en el diagnóstico.
Sólo en caso de duda diagnóstica pueden ser necesarios la realización de otras pruebas como histerosonografía, histeroscopia, RMN o TAC.

La mayoría de los miomas no requieren tratamiento. Sólo aquellos que son sintomáticos, pudiendo consistir tanto en tratamiento médico como quirúrgico.