Los estudios realizados sobre poblaciones que no utilizan métodos anticonceptivos ponen de manifiesto un máximo de la fertilidad en la década de los 20 años, disminuyendo progresivamente entre un 15-19% de los 30 a los 34 años, un 26-46% entre los 35 y los 39 años para reducirse hasta 95% después de los 40 años. El aumento de la edad es directamente proporcional al aumento en la tasa de abortos debido al incremento de la prevalencia de aneuploidias en los ovocitos de las mujeres añosas por alteraciones en los mecanismos reguladores del de formación y funcionalidad del huso acromático.


La mayoría de los estudios citogenéticos han podido confirmar la relación entre envejecimiento materno y tasa de aneuploidia en ovocitos humanos, proporcionando la evidencia de una correlación directa entre el aumento de aneuploidia y edad avanzada.

La edad materna es el factor pronóstico aislado más importante del éxito en cuanto a tasa de gestación y tasa de gestación evolutiva.


A medida que la edad de la mujer aumenta, el riesgo de obtener un embarazo con aneuploidia se incrementa. Las posibilidades de tener un hijo afecto es de 1/385 a los 30 años, 1/179 a los 35, 1/63 a los 40 y 1/19 a los 45. No obstante, la frecuencia de embriones aneuploides es mucho mayor de la que sería esperable en relación con la de recién nacidos afectos. Más del 20% de los embriones producidos por mujeres en el rango de edad de 35 a 39 años son aneuploides, y cerca del 40% en el caso de mujeres de más de 39 años. Esta diferencia entre el porcentaje en embriones y en recién nacidos es debida a que un embrión aneuploide tiene menos posibilidades de implantarse y, si esta ocurre, de llegar a término. De esta forma, el porcentaje de embarazos afectos se reduce a lo largo de su evolución. Cualquier embrión con un cromosoma menos (monosomia) dejará de desarrollarse antes de la implantación (excepto la monosomia X y la 21), y sólo unos pocos de aquellos portadores de un cromosoma extra (trisomía) llegarán a término. Se cree que la falta de implantación y de pérdida embrionaria son las principales razones de la baja tasa de embarazo por encima de los 40 años.